Hace algunos días publiqué una imagen en el Facebook del bLog de miguE con el mensaje que da título al post: “Te criticarán por todo. Tú vive“.
Lo hice porque, sin duda, aunque es un mantra que podemos decir con facilidad, a la hora de ejecturlo, la cosa se complica. Nos decimos libres pero siempre, o la mayoría de veces, estamos atados al qué dirán.
Es algo que hacemos inconcientemente. Queremos intentar algo pero hay algo que nos detiene. Nuestros impulsos siempre se ven limitados. Tenemos una voz interior -y exterior– que nos detiene.
Ya sea porque es algo muy infantil, una locura, un sueño, algo para lo que nos dicen que somos capaces, una pérdida de tiempo… siempre hay un adjetivo frente a un deseo o anhelo que nos paraliza para realizar aquello que queremos.
Pero no podemos, no debemos vivir la vida de los demás. Complacer a alguien que no es nosotros es una labor ilusoria y, también, infructuosa. Nuestra vida es eso: nuestra.
Siempre nos van a criticar: si hacemos, si no hacemos, si intentamos o postergamos. Siempre habrá alguien que no esté satisfecho con nuestro actuar y nos criticará. Pero aquí está la clave:
Nuestro actuar.
Vivir, o intentar vivir, preocupándonos en lo que los otros pensarán, es desgastante y sin sentido. La vida, aunque suene muy trillado, es una y por tanto solo tenemos una oportunidad de hacer las cosas que queremos y, principalmente, de buscar hacer lo que nos haga felices.
Es complicado hacer oídos sordos. Los comentarios negativos tienen la cualidad de siempre hacer eco. Queramos, o no, nos lastiman de alguna manera y, aunque intantamos poner una barrera mental, siempre dejan una huella no grata en nosotros.
Pero aunque es difícil, no es imposible. Se puede. Es algo que sí, se logra poco a poco pero con la práctica (hacer lo que queremos, sin pensar en lo que los otros pensarán) hace que lentamente esos comentarios nos importen menos.
Vivamos nuestra vida. Vivamos por nosotros y, aunque otros nos critiquen, si eso nos hace ser felices, que los comentarios negativos se los lleve el viento.
Imagen | MabelAmber