Bueno, al menos es lo que dice el rabino israelí Matityahu Glazerson (experto en Guematría de la Torá, es decir, develación de los códigos secretos de la Torá) tras una municiosa observación de los códigos que esconde el texto sagrado hebreo.
Según él entre las líneas que dan forma a los documentos conocidos como Deuteronomio (Dt) y Números (Nm) se encuentra codificada la predicción de que Donald Trump será presidente de los Estados Unidos.
La explicación la subió, como es habitual en él, a YouTube detallando que en una parte del texto la palabra Donald se entre ve en letras hebreos junto a la palabra “nasi” (que en hebreo significa presidente).
Para reforzar la profecía, el rabino Matityhu aseguró en julio del dos mil dieciséis, haber encontrado dentro del texto del Deuteronomio, y junto a la palabra nasi y Donald –curiosa unión-, una abreviatura de Arzot HaBrit (que es como en hebreo se refieren a los EU).
En el libro de Números además de repetirse los códigos anteriores encontró la fecha 7 del Kheshvan del calendario judío y que coincidentemente es el 8 de noviembre en el calendario gregoriano del dos mil dieciséis, día de las elecciones norteamericanas.
Glazerson también predijo con lujo de acierto -léase la ironía– que el Mesías (recordemos que para los judíos éste sigue sin llegar) llegaría a la Tierra el dos de octubre del dos mil dieciséis… lo seguimos esperando.
Pero, como dato curioso, a principios de dos mil dieciséis otro experto, el ortodoxo Kikar Hashabbat, predijo por su parte que Hillary Clinton ganaría las elecciones. Él, claro que da una detallada explicación, presume que encontró en los libros del Génesis (Gn) y Levítico (Lv) las frases que formaban la frase Hillary Ne´siah´; es decir: Presidente Hillary.
Matt Slick, fundador del Ministerio de Investigación y Apologética Cristiana del Christian Post, no da por cierto las predicciones de ninguno de los dos descodificadores: “[…] los patrones numéricos en las escrituras son muy interesantes y atractivos […] pero el concepto de código de la Biblia me parece un poco extraño”. Extraño es decirlo amablemente.
Al final, gane uno u otro candidato, ya sabemos quién se adjudicará haber visto la voluntad de dios en un texto milenario.
Con información de Noticia Cristiana y Breaking Israel News