El Mahabarata es uno de los libros sagrado del hinduísmo en dónde se narra la historia de dos familias dinásticas que pretendían conseguir el poder de la tierra, contada por su Vhyasa, que era miembro de la familia. El rey de Hastinapura, Vichitravirya, tuvo dos hijos: el mayor llamado Dhritarashtra, ciego de nacimiento y Pandú. Entre las leyes hindús, si el sucesor legítimo al trono padecía alguna enfermedad, éste sería remplazado por el hermano siguiente.
Pandú tuvo cinco hijos, éstos fueron conocidos como los Pándavas, los hijos de Dhritarashtra fueron cien, los Kauravas. Ambos grupos de hijos eran primos y aunque se criaron juntos, siempre existió entre ellos una gran rivalidad por la sucesión al trono.
Esta rivalidad se hizo más fuerte cuando se “organizó” un torneo con el fin de conseguir la mano de la princesa Dropadi. Arjuna ganó la mano de ella de una manera legal pero la madre de ésta desconociendo lo anterior se las entregó a los cuatro hermanos de Arjuna (los Pándavas). La sociedad hindú considera este “mixto” matrimonio como una alegoría de la mano, en donde cada dedo representa a uno de los Pándavas, y la palma a la princesa que fue desposada por todos; la mano no podría cerrarse y crear un fuerte puño si no existiera la palma, los cinco Pándavas representan también a los cinco sentidos y juntos le dan la naturaleza al ser humano.
Los Kauravas de la mano de Durydhana (el mayor de los cien) se aprovecharon de Iudishtira (ó Yudhishtira, en inglés) el mayor de los Pándavas (quién era adicto a juegos de azar) retándolo a una disputa en dados. Él cedió aunque creía que los dados estaban truqueados. Día a día fue perdiendo posesiones y posteriormente uno a uno a sus hermanos, hasta que se pierde así mismo, y cuando ya no tenía nada más que apostar lo retan a poner en juego a Dropadi, él acepta y pierde.
Los Kauravas deciden exiliar a sus primos a la selva durante doce años. Krisna [que es una encarnación de Visnú] busca interceder por sus amigos los Pándavas para negociar que Durydhana regrese de su exilio aunque y recuperar sea cinco tierras del reino que perdió Yudhishtira, pero el mayor de los Kauravas se negó, originado así la amenaza de una guerra por conseguir nuevamente los reinos perdidos por parte de los Pándavas.
Aunque el conflicto que se presenta en el Mahabharata es algo simple fundamenta las bases del pensamiento, filosofía y ética hindú ya que a pesar de que solamente se presenten conflictos personales y dudas éticas esto es una alegoría al desmoronamiento familiar y la desintegración moral del hombre.
Justo antes de que iniciara la guerra (que duró dieciocho días) Arjuna [Pándava] se desmoronó ante Krisna, arrodillándosele. Arjuna le dijo a su amigo que no podía seguir adelante, que no podía ser testigo de tal masacre. Es en ese momento que Krisna le da un gran consejo conocido como el Badabagdita [cantó de Krisna] que contiene el núcleo y esencia del pensamiento hindú. Ahí, Krisna lo condujo así mismo mostrándole el misterio del mundo en un viaje espiritual hablando con él por mucho tiempo. En el mismo diálogo lo invitó a actuar sin pensar en los frutos de sus actos y sí en que toda su motivación se tenía que centrar en tener pensamientos adecuados y que éstos lo llevarían a hacer la acción correcta. Lo invitó a encontrar su dharma para lograr hacer la acción correcta. El dharma es una especia de virtud-deber hacia lo correcto. Es actuar en beneficio del alma. El motivo de la creación del poema (Mahabharata) es el de decirle al hombre como guardar el dharma en su corazón.
A pesar que durante la guerra hubo una enorme destrucción de valores, los Pándavas se llevaron la victoria. Al finalizar la riña nació la Kali iugá (uno de los cuatro ciclos hindús del universo, siendo cuarta y última edad de la humanidad, donde los grandes valores y las ideas nobles se desmoronan, y los hombre se dirigen rápidamente hacia la disolución completa de la moralidad y la virtud en general, en dicha etapa estamos viviendo) y los cinco Pándavas se adentraron al norte en búsqueda del cielo, pero uno a uno fue muriendo sin llegar a la cima, excepto Yudhishtira y un perro que lo acompañó fielmente todo el camino.
Al llegar oye una vez que lo invita entrar al cielo pero como condicionante le dice que tiene que dejar al perro puesto que el cielo no es lugar para un can. Yudhishtira se niega argumentando que el perro lo acompañó todo el camino. La voz le vuelve a insistir que el cielo no admite perros. Yudhishtira le dice que no puede abandonar a su compañero porque es una criatura que lo quiere y que además es indefensa. La voz le dice que ha seguido el dharma, que ha hecho lo correcto y que su el perro es su padre dharma, que esta decisión era una prueba que tentaba su virtud.
Ya en el cielo se topa con los Kauravas que se mofaron de él, mientras que a sus hermanos los encontró en el infierno. La voz lo invita a quedarse en el cielo pero él Yudhishtira se niega ya que dice que él quiere estar en el infierno, con su familia.
Nuevamente pasa la prueba que se le presentó; nunca había conocido ni el cielo ni el infierno, todo fue una ilusión.
El Mahabharata termina con la muerte del Krisná y el final de su dinastía.
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